EMPATÍA
Según la RAE, es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos, pero debemos de tener en cuenta que va más allá.
La empatía es la intención de comprender el estado
emocional del otro, es la experiencia de entender la condición de la otra
persona desde su perspectiva, lo cual implica ponerse en el lugar de la otra
persona.
Existen tres tipos de empatía:
Empatía cognitiva: es la
empatía limitada en la que únicamente adoptamos la perspectiva del otro,
implica que podemos ponernos en sus zapatos y que nace de una comprensión
intelectual.
Distrés personal: Es cuando se
sienten los sentimientos del otro, como cuando se ve a alguien sufrir y
sufrimos a su lado. Se cataloga como un contagio emocional, es decir, cuando la
otra persona, literalmente, nos contagia sus emociones. Muchos son tan
propensos a manifestar este tipo de empatía que suelen verse muy abrumados por
sus sentimientos, lo cual los puede llevar a sufrir un gran estrés.
Preocupación empática: Evalúan
la habilidad de las personas para experimentar sentimientos de amabilidad,
compasión y preocupación por otras personas.
Características de las personas empáticas:
1. Capacidad de escucha activa: las personas empáticas
son buenas para escuchar con atención lo que los otros tienen para decir,
además de que reflexionan sobre lo que el otro les cuenta.
2. Miran al otro: suelen mantener contacto visual mientras
hablan.
3. Prestan atención a los detalles: son buenas para
detectar cómo se sienten las otras personas mediante señales no verbales, como
expresiones faciales, tono de voz, gestos, miradas, etc.
4. Son muy atentos: siempre tratan de ayudar a
aquellos que los necesiten tanto como pueden.
5. Son tolerantes: son capaces de aceptar y respetar
los sentimientos y emociones de los demás, aunque no los compartan.
6. Son intuitivos: por lo general, estas personas
pueden percibir que algo te pasa sin que se los digas.
Las personas con falta de empatía suelen ser muy
críticas con los demás, acusan a los demás de ser demasiado sensibles, les
cuesta admitir que se equivocaron y no se ponen en los zapatos del otro aunque
hayan pasado por la misma situación.
¿Cómo fomentar la empatía?
1. Practicar la escucha activa:
No escuches para responder, escucha para entender.
Es importante que te intereses de corazón por lo que te dice el otro. Si te muestras cercano y con interés en lo que te dicen, las personas se sentirán en confianza para abrirse y contarte genuinamente lo que les pasa.
2. Validar las emociones de los demás:
Uno de los mayores ejemplos de empatía es que, cuando alguien te cuenta cómo se siente, es importante pensar y saber que todos los sentimientos son válidos, aunque no los compartas y aunque no estés de acuerdo.
3. Analiza a una persona:
Este es un muy buen ejercicio: elige a una persona al azar e intenta
averiguar mediante su comunicación no verbal lo que la mueve a hacer lo que
hace y cómo.
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